Hoy trataremos una de las técnicas docentes que mejor pueden crear expectativas positivas para todos nuestros alumnos: tiempo de espera.
¿Sabías que el profesor medio deja apenas un segundo a sus alumnos para pensar tras hacer una pregunta?
¿Un segundo? ¿En serio? ¿Qué clase de respuestas estamos buscando cuando actuamos de esta manera? Las prisas están reñidas con una educación de calidad.
El tipo de respuestas que podemos encontrar cuando dejamos apenas un segundo para reflexionar no van a ser ni las más elaboradas, ni las más críticas, ni las más reflexivas. Cuando pedimos a nuestros alumnos que respondan de forma tan rápida sistemáticamente, les estamos diciendo: – “No quiero la mejor respuesta. Quiero la primera que te venga a la cabeza”.
Contrariamente a lo que podamos pensar, esta forma de actuar no maximiza el tiempo de aprendizaje. De hecho, como docentes, tendemos a perder tiempo procesando una respuesta pobre por no haber dejado a nuestros alumnos suficiente tiempo de reflexión. El rigor académico que conseguimos en nuestras clases al actuar así es muy bajo.
En cambio, si desde el principio dejamos a nuestros alumnos pensar y reflexionar antes de dar la primera respuesta que les venga a la cabeza, en realidad estamos ahorrando tiempo. En efecto, al actuar de esta manera nos centramos en respuestas de mayor calidad y no necesitamos malgastar tiempo en reconducir una respuesta pobre hacia un nivel de calidad superior.
Sólo 2 segundos más
Los estudios concluyen que si permitimos a nuestros alumnos entre 3 y 5 segundos se consiguen los siguientes efectos:
- El número de respuestas correctas es mayor.
- Son menos los alumnos que no quieren participar
- El número de voluntarios para cualquier pregunta aumenta
- Los alumnos son capaces de identificar sus fuentes al responder
Es importante narrar cómo implementas esta técnica a tus alumnos. No sirve con contar hasta 3 en tu cabeza antes de aceptar respuestas a tus preguntas. Tienes que explicarles qué es lo que esperas de ellos mientras se producen estas pausas.
Estas son frases que te pueden ayudar a narrar tus expectativas:
- Me gustaría ver 15 manos levantadas antes de empezar a oír respuestas.
- Voy a dar a todo el mundo tiempo extra. No contestéis lo primero que os venga a la cabeza. Pensadlo bien.
- Cuando respondáis, tenéis que citar la parte del texto que os ayuda a contestar.
- Me encanta ver cómo tomáis riesgos. Así aprendemos todos.
Un profesor eficaz utiliza su tiempo de espera para narrar lo que espera de sus alumnos y para incentivar aquellos comportamientos específicos que quiere que se repitan en clase, mediante refuerzo positivo, una y otra vez. Un par de segundos pueden marcar la diferencia entre un alumno que vence su timidez y otro que no lo hace. Un par de segundos pueden marcar la diferencia entre un alumno que reflexiona y responde con rigor y otro que no lo hace. ¿Qué te parece? ¿Damos a nuestros alumnos esos 2 segundos extra de margen?
Si te este artículo te ha parecido interesante, no dudes en compartirlo con tus contactos.
¿Quieres prepararte las oposiciones a maestro de inglés en Madrid 2017? Llámanos al 637 62 88 78. Preparación on-line o presencial.