¿Has visto jugar a la selección de rugby de Nueva Zelanda?
Si es así, sabrás que los miembros del equipo, los famosos All Blacks, interpretan una haka o desafío maorí antes de cada partido. Hoy relacionaremos este ritual con una mejor gestión del aula y logro académico de tus alumnos.
Esta haka concluye con lo que algunos interpretan como un gesto de “cortar el cuello”. Por eso hay quien piensa que este ritual fomenta la violencia. Sin embargo, el gesto representa “atraer energía vital al corazón y los pulmones”.
En cualquier caso, los All Blacks tienen muy claro que son un equipo y el hecho de realizar este ritual antes de cada partido reafirma a cada jugador en su papel de cara a un objetivo común: ganar. Es decir, todos los jugadores tienen expectativas positivas respecto a su capacidad de ganar cualquier partido.
¿Qué podemos aprender de este equipo de rugby? Como docente, tú puedes utilizar algo parecido en tu clase para crear una cultura académica a la vez que energética en la que se valora la participación positivamente. Si sólo te gustan las clases silenciosas, lo mejor es que no sigas leyendo. Esta técnica puede resultar deliciosamente ruidosa.
El elemento básico de la técnica Haka, es que el profesor hace una pregunta y la clase responde al unísono. Parece sencillo ¿verdad?
¿Qué conseguirás al funcionar como los “All Blacks”?
- Repasar conceptos e ideas claves. Al responder al unísono, todos tus alumnos participarán activamente en el repaso.
- Clases llenas de energía y diversión. La técnica Haka es energética y activa. Los alumnos se sentirán parte de una hinchada y es perfecta para alumnos que necesitan liberar energía constantemente.
- Evitarás problemas de convivencia. Al repetir esta técnica de forma consistente, se refuerza tu liderazgo como docente. Al implementar Haka de forma correcta, los alumnos muestran su complicidad con el profesor y su método de enseñanza.
¿Cómo pongo mi clase en modo Haka?
La técnica Haka es muy sencilla de implementar. Podemos diferenciar 5 tipos de Haka en función del rigor académico que requiera del alumnado. Comenzamos por la que menos esfuerzo requiere.
- Repetir: Los alumnos se limitan a repetir lo que el profesor ha dicho, o como mucho terminan una frase que el profesor ha dejado inacabada;Por ejemplo: Profesor – “el cuadrado de la longitud de la hipotenusa es igual a …” . Alumnos – “la suma de los cuadrados de las longitudes de los catetos”.
- Corregir: Los alumnos dicen la respuesta a algún ejercicio ya trabajado al unísono; Por ejemplo: “A la de tres, decidme la respuesta al siguiente ejercicio. Una, dos, tres”
- Reforzar: Los alumnos repiten la respuesta de un compañero. Este alumno se sentirá reforzado positivamente. No en vano, el profesor ha considerado su respuesta tan importante para la clase que les ha hecho repetirla. Ya sabes, para modificar la conducta, refuerza los comportamientos que quieres que se repitan. Esto es especialmente útil cuando consigues que un alumno al que le cuesta participar por alguna razón, lo hace con éxito.
- Repasar: El profesor hace preguntas de repaso sobre algún tema ya estudiado en clase.
- Solucionar: Esta es la modalidad más complicada de implementar, pues pedimos a toda la clase que resuelva un problema en cuestión de segundos. Sólo se puede llegar a ella tras mucha práctica y en aquellas tareas donde sepamos que todos nuestros alumnos pueden tener éxito.
Para que la técnica Haka funcione necesitas algún tipo de pista que indique a la clase que quieres que todos respondan. Puedes utilizar la palabra “todos”, “clase”, “equipo” o alguna similar. También puedes utilizar un gesto que indique a tus alumnos que esperas que todos respondan tal y como haría un director de orquesta.
¿Qué puede salir mal?
La técnica Haka es energética, divertida y eficaz. Sin embargo, puede no funcionar. Si esto te ocurre, tienes que cambiar la forma en que pones esta técnica en práctica o incluso tendrás que plantearte el dejar de utilizarla. Incluso si te funciona bien, no conviene abusar de ella porque, como ya hemos explicado, el rigor académico que se logra con esta técnica es bastante limitado. Estos son los problemas que podrías encontrarte:
- Tus alumnos pueden “hacer el pez”. En efecto, si no sé una respuesta puedo pretender que estoy diciendo algo cuando sólo estoy moviendo mis labios. Para evitar esto, en algunas ocasiones puedes pedir a tus alumnos que respondan con un gesto que acompañe la respuesta verbal.
- No es una buena forma de comprobar el progreso de tus alumnos. La Haka es una técnica divertida y energética, pero no te deja evaluar correctamente a tus alumnos. Para eso necesitarías la técnica “A puerta fría” o cualquier otra que te permita personalizar la evaluación.
- Puede reforzar tu liderazgo, pero también lo puede dañar. Si tus alumnos empiezan a responder perdiendo el tiempo, alzando demasiado la voz, o jugando, es hora de reconducir la situación. Si no lo consigues, abandona la técnica hasta otra ocasión que sea más favorable.
Ya sabes, convierte tu clase en un auténtico equipo de All Blacks. Crea rituales en los que tus alumnos se puedan divertir mientras repasan y afianzan conceptos aprendidos en clase. Te ganarás su respeto y simpatía. Además, todos participarán en la clase y aprenderán casi sin darse cuenta.
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