¿Dónde están los mejores profesores?
El informe publicado por la Fundación Areces hace unos días indica que los “mejores profesores” están en la escuela privada (1). Cualquiera que trabaja en educación sabe que esto no es así. Con una diferencia salarial de unos 380 € entre escuela pública y privada y una estabilidad laboral a prueba de crisis, la verdad es que los profesores que se quedan en la privada lo hacen sencillamente porque no pueden acceder a un empleo público.
La forma de selección mediante oposiciones supone un sacrificio demasiado grande que algunos no están dispuestos a realizar. Tampoco se les puede culpar. Ser funcionario te da una estabilidad laboral, pero también tienes que trabajar en educación de verdad, con todas las consecuencias y sin previa selección de alumnado. Si a esto le añades que probablemente te tengas que desplazar más que si trabajas en un colegio concertado, al final, no compensa tanto trabajar en la escuela pública.
Afortunadamente no todo es comodidad o dinero en esta vida. En la escuela pública te encuentras a muchos profesionales vocacionales que, a pesar de tener el futuro ya resuelto en la escuela privada, decidieron dar un paso más en sus carreras para trabajar con todo tipo de alumnado.
La selección del alumnado es el único factor que hace que los resultados de la escuela privada puedan, en ocasiones, ser mejores que los de la pública. Ni metodologías, ni profesorado, ni instalaciones, ni recursos … simple y llanamente pre-selección de familias.(2) Los profesores de la escuela pública obtendrían iguales o mejores resultados que los de la privada si trabajaran con el mismo alumnado. Para comprobar esto sólo hay que ver como la escuela pública en Castilla y León obtiene mejores resultados que la privada en Andalucía, por poner un ejemplo.
Buscando a los mejores profesores.
El informe también dice que los mejores profesores están en aquellos colegios en los que las familias tienen un nivel socio-cultural más alto. Esto no es más que una consecuencia de no tener un sistema de incentivos establecidos que fomente que los mejores profesores vayan a escuelas más difíciles. Lo cierto es que no sabemos quiénes son ni dónde están los mejores profesores.
Con un buen sistema de incentivos, aquellos profesores que a lo largo de los años han demostrado su buen hacer en las aulas, tendrían la posibilidad de ir a trabajar a los colegios e institutos en los que más se necesitan. Lo que tenemos en cambio, es un sistema que hace que aquellos colegios con un perfil socio-económico bajo soportan mayor tasa de interinidad y por tanto inestabilidad en sus plantillas. Tienen a gran cantidad de profesores voluntariosos pero poco experimentados.
¿Y cómo encontramos a los mejores profesores?
Para esto son necesarias varias cosas:
- Establecer unos parámetros claros de lo que es y se espera de un buen profesor.
- Realizar observaciones rigurosas con y sin previo aviso para detectar a estos profesores.
- Utilizar criterios claros y cuantificables por observadores independientes.
- Tener en cuenta el factor socio-económico/cultural de la familia de los alumnos antes de valorar resultados.
- Ofrecer incentivos económicos a los profesores que decidan voluntariamente trabajar en escuelas de difícil desempeño.
- Ofrecer una carrera profesional docente atractiva para los profesionales que estén dispuestos a trabajar en los colegios e institutos más difíciles durante un periodo determinado.
Un sistema de evaluaciones docentes que potencien la carrera profesional de los más profesores más aptos o más eficaces puede recuperar la reputación de la escuela pública que nunca se debió haber perdido. El problema es que hay muchos intereses creados para que esto no ocurra. Una pena, la verdad, porque la educación es el único ascensor social al que pueden acceder las personas más humildes y en el futuro nos arrepentiremos si la brecha social entre los que tienen y los que no sigue en aumento.
(1) http://www.lainformacion.com/espana/profesores-privada-cobran-trabajan-horas_0_1001901610.html
(2) http://www.eldiario.es/piedrasdepapel/brecha-centros-publicos-privados-PISA_6_588001207.html